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En Tierra Firme

No venían las señales a por mí y salí a buscarlas.

¿Qué hacer? Esa era la pregunta. Necesitaba a alguien, que no fuese yo, que creyese en mí. Necesitaba escuchar al público decirme que siguiese adelante.

Estaba en el tendido de un coliseo romano vestido de gladiador y preguntándole al César si ejecutaba al rival. La gente gritaba enloquecida “¡Mátalo! ¡Mátalo!”, veía sus rostros llenos de ira, con ganas de ver la sangre derramarse. El Cesar asintió y yo, sin dudarlo, alcé mi espada para clavársela a mi rival en el corazón.


Lunes por la mañana. El tiempo para tomar la decisión expiró. Llamé por teléfono a la empresa.

- Oye, ya lo he pensado.- dije.
- ¿Y qué? ¿Te interesa?
- Sí, pero quiero que me paguéis la gasolina. Son más de 30 kilómetros, en total casi 70 kilómetros al día, se me irá mucho dinero.
- En el convenio no entran dietas de transporte.
- ¿No? Tengo entendido que a partir de 30 kilómetros están obligados.
- No, en este convenio no.- Se hizo un gran silencio muy tenso, sabía que me engañaban y que eran unos ratas-. Bueno, ¿Te sigue interesando?
- Sí. – La decisión estaba tomada antes de saber lo de la gasolina, eso era solo por probar.
- Vale, pues te mantendré informado y te diré que día firmarás el contrato. Hasta pronto.

Había que complacer al César y al respetable.

Una Gibson Less Paul sería para mí. Un piso compartido, independencia. Todo eso a cambio de caminar por un pozo hacia la perdición. No estaba mal. Conocía a gente que había vendido su alma al diablo por mucho menos.

Si clavaba la espada a aquel pobre imbécil la gente vitorearía mi nombre, alcanzaría la fama, ganaría prestigio, me podría convertir en un gran gladiador y algún día salir de ese mundo por la puerta grande para codearme con la clase alta, podría incluso hacerme entrenador de gladiadores y ser un hombre respetable en Roma. Todo estaba a favor. Pero eso sí, todo tenía que salirme bien. Perder una sola batalla era la muerte. Ganar siempre o morir.


Todo estaba a favor. Aceptaría el trabajo. Esa misma tarde, después de aceptar, me dirigí a buscar piso con un amigo. El piso era amplio, tres habitaciones, 400 euros al mes, cerca de la playa, piscina, pista de tenis, tranquilidad asegurada. Lo alquilaríamos entre 3 personas, perfecto.

Después de salir de allí, pensé; ya que he aceptado el trabajo, ¿Qué tal si voy al nuevo centro comercial al que me van a destinar? Me interesaba mucho ver mi nuevo puesto de trabajo. Se inauguraría el día 20 de este mes. El centro comercial estaba a unos 33 kilómetros de donde yo estaba. Jamás había ido a esa ciudad, pero sabía por donde se iba. Cuando me di cuenta ya estaba rumbo a aquel lugar. ¿Cómo sería?

Tardé unos cuarenta minutos en llegar. La carretera era una mierda. Me daba miedo recorrer todos los días esa carretera. Seguro que algún día tendría algún accidente, viendo el estado de esa carretera no se podía pensar otra cosa. Un punto en contra más. El centro comercial aún estaba rodeado de vallas de obras, todavía habían máquinas, camiones, albañiles ¿Eso lo tenían que inaugurar en 12 días?

Habían guardias de seguridad vigilando las entradas. Lo único que quería ver era el stand, quería ver como era de grande, si habían sillas, si estaba la conexión a internet. ¿Cómo entraría?
- Hay guardias de seguridad.- le dije a Alvariño.
- Ya, de todas formas... ¿ahora no habrá nada todavía no?
- No sé, yo creo que sí, con ver el espacio y como es me es suficiente. ¿Intentamos entrar?
- Si quieres...
- Si me lo propongo entro.

Nos dirigimos a una de las puertas. Allí había un guardia de seguridad vigilando. Yo aún iba con el uniforme del trabajo. Es decir, que imponía. Pensé que el secreto para entrar era aparentar seriedad, que no nos tomasen por unos curiosos, para ello, en vez de preguntar había que ordenar. Le dije al guardia de seguridad:

- ¿Me puedes decir donde están los stands de telefonía.- El guardia de seguridad tenía aspecto de paleto pueblerino del interior de la comarca, de estos que no saben ni hablar castellano. Me miró de arriba abajo.
- Tienes que entrar por aquí y allí en el fondo hacia la derecha está lo de telefonía. – Me dijo al ver que yo iba decidido.- Pero antes. ¿Me dices tu nombre?
- Fredy tal y cual.
- ¿Y el DNI?

Me inventé uno.

Entramos por allí, pero esa era la parte exterior del hipermercado, era la zona donde estaban colocadas las tiendas, no era dentro del centro, que es donde tenía que estar yo. La puerta para acceder al hipermercado estaba cerrada y vigilada por una gorda. Le dije.

- ¿Por dónde tengo que entrar aquí?
- Por aquí no se entra, tienes que dar la vuelta al recinto y entrar por la zona de carga y descarga.

Eso parecía un juego de rol. Como colarse en un supermercado cerrado y no morir en el intento. Dimos toda la vuelta al centro. Y había otro vigilante de seguridad en la puerta de carga y descarga.

- Perdone, tengo que entrar dentro para ver el stand de telefonía de Vodafone. ¿Dónde está?
Este guardia también me miró de arriba abajo, pero vió mi uniforme y parecía de fiar. Alvariño no llevaba uniforme, pero iba conmigo y era mi ayudante.
- Pues está por allí dentro, pero antes tengo que avisar al jefe de la sección de Electro. Espera un segundo.

Llamó por teléfono al jefe de sección y apareció a los pocos minutos.

- Hola. ¿Qué tal?
- Bien, he venido a ver el stand de telefonía, para supervisar como va todo, me han enviado desde la empresa.
- Ah, muy bien. Ven conmigo.

Nos adentramos hacia el hipermercado, por la sección de electro, todo estaba preparado y a punto para el estreno. No tenía nada que ver con todo lo que se veía por fuera. Las teles ya estaban colocadas, todo estaba en las estanterías. Estaba todo a punto.

- Como ves – dijo- todo ya está a punto. Ya hemos colocado todo. El stand de telefonía también está colocado. Ya tenemos hasta los teléfonos en el stock.

Yo lo miraba pensando ¿Cómo puede ser tan idiota? Se creía que yo soy un pez gordo de la empresa y sólo era un cotilla que estaba allí para husmear. Y me explicaba entusiasmado lo que estaban haciendo con las nuevas instalaciones. Se notaba que era un jefe recién ascendido e ilusionado.

Me llevó hasta el estand. Era el estand más pequeño que había visto en mi vida, encima era un solo espacio para compartirlo también con movistar. Una auténtica ratonera para humanos. Sin espacio para moverse. Ahí dentro no podría desarrollar mis dotes como bailaor de reaggeton ni nada. No había ni silla. Tendría que estar todo el puto día de pie. Y lo más importante....

- ¿Está la línea ADSL instalada?
- Sí, ese tuvo que hay ahí es para eso.
- Bueno, parece que todo está correcto. Tenía que ver más que nada como estaba todo para aportar alguna idea.
- Cualquier idea que usted pueda aportar será bien recibida. Estamos abiertos a propuestas.

¿Cómo se podía ser tan incompetente? Ese estand era una puta mierda y aquel hombre un idiota.

Acabaría con el sufrimiento de aquel idiota, y con el mío propio. Matarlo era lo que procedía. Pero ¿A quién iba a matar? De pronto el gladiador que estaba en el suelo se quitó la máscara. Al ver su cara no podía creérmelo ¿Cómo podía ser posible? ¿Por qué ese hombre tenía mi cara?

La vuelta en coche fue muy pesada. Había algo que no me gustaba. Sentía que aquel lugar me sentenciaría a muerte. Lo sabía e iba a aceptar el trabajo.

¿A quién iba a matar? ¡Era yo! Yo no podía hacer eso. No quería sacrificarme. No quería suicidarme.

No pude dormir en toda la noche.

El público me pedía algo que yo no podía hacer. No puedo matar a nadie.

Miércoles por la mañana.

- Hola, llamo respecto al contrato que me ofrecisteis.
- ¿Qué pasa?
- No me interesa. Tengo prioridad por otras cosas.
- De acuerdo, lo comentaré.


Saludé a la grada con un corte de manga muy cortés y abandoné el tendido. Igual me comen los leones, igual me jode la vida, pero yo no me voy a vender por nada.

Al menos algún día podré decir que “Una vez tuve una vida, no era fácil, pero era mía”.

17 comentarios

wiShe -

ainssss..solo te dire q hiciste muy bien. Te aplaudiria (puedes hacer como q los escuchas)Besitos

desirée -

mola........... ta bien la historia...... te imagians al gladiador en la arena... jeje *en tierra firme: te tomas muy mal las críticas constructivas chiquillo!!!
bsssssss

Marta -

Para Fenix:

gracias

Fenix -

Fredy no hagas ese tipo de proposiciones que seguro que hay alguien más que se te querra apuntar... mira sino la otra vez que salió un tema similar...

P.D: Para ese tipo de asuntos no cuentes conmigo, jaja. Sin embargo, si se sumara alguna chica guapa a escena, no me importaria darle un par de toques en paralelo jajaja.

Fenix -

Para Marta:

Tu 2º comentario muy bueno, bello y profundo.

Uys -

Coño Fredy si te visitan catedráticos y todo ! Qué emoción !!! Serán de la Real Academia ????

En Tierra Firme -

bueno, pues ahora entre yotuel y carlos me comeis la polla y luego os vais a tomar por el culo.

carlos -

yo tb estoy con yotuel más o menos y sí, es un relato... estás relatando lo que hiciste... narrándolo... relatándolo... y dando el toque de la similitud... saludos

está bastante bien el blogia

En Tierra Firme -

Estoy de acuerdo con yotuel, pero esto no era un relato.

yotuel -

hombre.... hay alguna falta de ortografía.... el relato externo(tu trabajo y opciones) y el interno (el gladiador) podría haberse desarrollado más y mejor.... así así... aunque la idea está bien, pero poco desarrollada. saludos, taluego

Marta -

Por cierto , la segunda parte de mi anterior coment es para Rosicky .

Marta -

Fenix,creo que Feder sabrá tener el corazón en las estrellas y los pies en la tierra :)

Salir de la rutinaria soledad ...sólo se hace cuando primero conoces quién eres y qué significas para tu vida porque es posible ser distinto, y sin embargo , sentirse bien . Una sonrisita ???

Rosicky -

Eres un genio y no se te puede odiar como te mereces porque además eres un maestro en el arte antiguo de la generosidad y de la amistad ¬¬

Leí el relato antes de que hubiese comentarios, hace ya tiempo... Pero no me encontraba con fuerzas para escribir nada.

La forma en que lo narras es muy buen, metáforica y con historias entrecruzadas... Aunque en realidad sean las mismas, una real y la otra interna.

Te apoyo, apoyo tu decisión e intentaré apoyarte en todas las que hagas... Pero ahora me quedan dudas... ¿No vas a alquilar ese piso? ¿Dónde vivirá? ¿Vas a trabajar en el otro carrefour o ya nada? ¿Qué vas a hacer, una carrera?

Na... ya sabes que me inquieta tu vida xD Soy un cotilla...

Gracias por tus palabras, ya sabes ;) Te iba a contestar... pero estoy algo desorientado y como mi murciélaga esperanza no paro de darme golpes contra las paredes encerrado en una cueva húmeda...

Ojalá pudiese yo emprender algo y deshacerme de esta rutinaria soledad... Cada vez estoy más convencido de que no haré nada con mi vida...

Sigue deleitándonos con tu estilo :)

Un abrazo.;)

Fenix -

Es tu decisión y es respetable, pero yo no te voy a hacer la pelota... Sigue soñando y pisa tierra firme de vez en cuando. El relato genial, me recuerda a la estructura del ocho, dos historias paralelas en distinto tiempo y escenarios.

monocamy -

plas plas plas!! :)

P.D.
He notado que no aparece remarcado el link "continúa" y hay que usar el truco de pinchar directamente en "comentarios" para que se abra el artículo.

eso te ocurre porque debido a (supongo) errores del servidor de Blogia, cuando coincide que el artículo se rompe dentro de un comando (es decir, cuando coincide que se fracciona (y, por tanto, aparece el "continúa") en medio de una frase o texto matizada por un comando (en este caso, "continùa" aparece en una frase que está señalada como "negrilla")) el link se deshabilita.

La solución sería evitar esas coincidencias, lo digo para que lo sepas, al artículo acabamos accediendo igual, como puedes ver :)

Celia. -

Fantástico, fantástico por la manera de escribir, por la metáfora, y fantástico por la decisión que has tomado, has sido fiel a tus principios, y eso poca gente lo hace. Enhorabuena.
¿Sabes? No creo que los leones te coman, es más, te respetarán más.

Si me pidieran que defina esto que acabo de leer, tan sólo diría SUBLIME.

Un besote.

Marta -

Fantástica tu decisión. Sabía que te conocías lo suficiente como para no aceptar el trabajo y luchar por tus sueños. Ellos son los únicos que dan sentido a nuestra existencia y alimentan nuestra vida.

Se ve que yo también te conozco casi tanto como tú a ti mismo ;)

Me ha gustado.:)