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En Tierra Firme

Algún engranaje no funciona

Debería haber algún modo de localizar las averías de la vida. Tendría que haber un mecánico al que pudiésemos llamar para decirles qué nos pasa. Seguramente vendría y encontraría inmediatamente dónde está el error y lo repararía. Siempre hay algo que no funciona bien y que impide que las cosas no salgan como las hemos planeado. Intentamos fabricar una máquina de hacer croissants y lo que nos da son panes.

- ¡Yo no te pedí esto! – le dices cabreado a la máquina.
Pero las máquinas nunca responden.
Dios tampoco.

Uno no debería estar por las noches escribiendo estas parrafadas como única vía de escape de sus locuras y paranoias internas en las que imagina que hay una conspiración a escala mundial para hacerle desdichado. Yo debería estar ahí fuera, bebiendo, conociendo a gente interesante y enamorándome de doscientas mujeres al día. Y no, estoy aquí, en mi propia realidad, en un ataúd del tamaño de una habitación.

Lo peor es que cuando por fin me decidido a salir tengo una terrible sensación. Siento que se acaba la fiesta cuando yo llego a un sitio. Es como si ese mundo de ahí fuera no correspondiese al que yo imaginaba.

- No es como yo pensaba – me digo.

No existen esas fiestas donde se conoce a gente interesante, no quedan mujeres de las que enamorarse sin que te invada una sensación de que estás perdiendo el tiempo con una estúpida con tetas.

Vas a la discoteca con tus amigos. Es el lugar en el que te dicen que se lo pasan genial los fines de semana. Pero tú llegas y lo único que encuentras es a mucha gente de pie, mirándose los unos a otros y que esperan encontrar a alguna borracha que esté lo suficientemente inconsciente como para ser capaz de liarse con algún desgraciado como ellos.

- ¿Dónde está la fiesta que me dijeron que había aquí? – me pregunto.

Si no bebes o te drogas no te lo pasarás bien. Necesitas que alguna sustancia altere tus sentidos y conseguir que la sucia realidad se distorsione y se acabe convirtiendo en algo divertido. Sólo drogado puedes pensar que ver bailar a 200 mierdas con patas puede resultar interesante y divertido. De lo contrario, no entiendo que los Lunes vengan a contarme que el pasado fin de semana lo pasaron muy bien.

- ¡Qué bien me lo pasé el fin de semana! ¡Menuda fiesta! – me dicen.
- No amigo, sabes que te engañas a ti mismo cuando dices que lo pasaste bien, lo que pasa es que quieres demostrar que tú haces cosas interesantes y no es así, no te lo pasaste bien. En realidad lo que hiciste es una PUTA MIERDA, pero las drogas te hicieron creer que era maravilloso todo aquel colorido de luces, de sombras y de mujeres que se acercaban para meter su sucia lengua con restos de semen de otros tíos en tu boca. 

4 comentarios

Fenix -

Me gustan las discotecas y los bares, aunque depende mucho del cristal desde el que se mira, si estás motivado, si estás depre, si estás borracho, si vas sereno, si hay estupidas... a veces uno se lleva sorpresas... vamos que a pesar de que te entiendo, ahora mismo lo veo de otro modo. Un saludo crak.

Lleinia -

las discotecas... son un gran laboratorio donde se podría llevar a cabo una investigación muy profunda sobre la especie humana... a mí me parece muy interesante observar el comportamiento de la gente. es como si en este lugar pudieses hacer todo aquello que en tu vida diaria no puedes, lo peor es cuando la gente finge que va borracha o va mal y se hace "el guai".. . las discotecas me parecen sitios maravillosos para bailar si realmente te gusta la música, pero por otra parte creo que no tienen mucho más. sería mucho más bonito tener la posibilidad de conocer a gente en nuestra vida cotidiana y no bajo el efecto de lo que te hayas tomado.

Celia -

Por eso yo no salgo de marcha y me paso algunas noches escribiendo sandeces.
Besos, Fredy.

Gregor -

Una gran verdad esa. Pienso igual que tú al respecto.
Como dice el ezcritor, eres un puto crack, tío.