El cántaro de oro
Cuenta la leyenda que un orfebre creó un cántaro de oro. Ese cántaro de oro cayó en manos de una escultora que lo utilizaba para transportar aguas y beber de él. El cántaro tenía unos poderes mágicos que hacía que todas las aguas que pasaban por su interior se depurasen. Todo el mundo quería un cántaro así. Pero un día, la escultora, decidió comprar otro cántaro porque pensó que ella no necesitaba un cántaro tan valioso porque con uno simple de barro le bastaba para satisfacer sus necesidades. Así que se deshizo del cántaro tirándolo por la ventana. El cántaro, pese a ser de oro, se rompió. Una artista que pasaba por allí lo recogió y se lo llevó a su casa, intentó repararlo, pero cuando fue al río a por agua apreció que por sus grietas se colaba el agua y no se podía guardar nada en él. Así que también lo tiró por la ventana. De este modo fue pasando de mano en mano sucesivamente. Todos los propietarios que tuvo apreciaron el valor de su material y todos coincidieron en que el cántaro era una rareza arqueológica excepcional, aunque rápidamente quedaban defraudados al ver que no podía transportar agua y ni aportarles nada útil. Nadie quería quedarse un cántaro tan caro y que no tenía ningún provecho. Sabían que repararlo resultaba más caro que comprarse uno nuevo. Como en aquel lugar todo se regía por la ley de la oferta, la demanda y el coste de oportunidad, todos preferían olvidarse del cántaro de oro y comprarse un cántaro de barro simple, práctico y útil.
Un día, unos expertos se reunieron para decidir cual sería el futuro de ese cántaro. Dieron por hecho que ese cántaro jamás podría ser útil aunque tenía unas características dignas de admiración. Concluyeron que lo trasladasen a un museo arqueológico de mucho prestigio donde quedaría expuesto al público y se custodiaría como patrimonio nacional. Acto seguido metieron al cántaro en el museo. Lo colocaron en una vitrina central donde fue admirado por muchos y querido por pocos. Esa noche llovía y hacía frío.
14 comentarios
En Tierra Firme -
monocamy -
(como el que me regalaron para mi primera comunión y me cargué jugando con las bolitas de mercurio de un termómetro roto, mismamente).
Rosicky -
Comparto lo que dice Marta... pero a veces realizarse según uno mismo no sirve absolutamente para anda... Aunque siempre te quedará el orgullo de haberlo hecho...
Lo que no entiendo es a la gicha que porque tira el cántaro... Y me hace gracia el tío que está en el río y "así que tb lo tiró por la ventana" ajajaj da la impresión de que había una ventana flotando al lado del río y cogió el pavo y la tiró por ahí xD
Un abrazo amigo! :)
Fenix -
Su -
Un beso Fredy, ¿estás ya de vacaciones?
Tu niña -
las esposas a quién.
Creo que te dejaré usarlas
siempre y cuando yo use el
látigo cariñet.
Nanit amorcito .
Celia -
Un beso Fredy.
Tu biznieto -
Tu niño -
Tu niña -
mmmmmmm , pero qué leo cariñito ??? Cómo que en una vitrina ? Eres admirable , inteligente , sensual , si es que me tienes loquita y lo sabes ;) Está perfecto así , pero ya sabes que yo si te valoro en lo que realmente vales . Te quiero mucho mucho ! Muaaaaaaaaa !!!
Ministra de A.A. Incestuosos -
Es como yo, cuando me muera espero dejarmelo todo a mitad, eso significará ke no presentia mi muerte.
Besos y tocamientos a todos/as.
Fenix -
Lucia -
Marta -
Pienso que da igual de qué está hecho el cántaro , si de oro , de plata o de barro ; lo importante es que sea buen cántaro que es realmente su función en la vida . Si lo extrapolamos a personas , tb pienso igual , lo importante es realizarse en la vida según uno mismo , no según los demás .
Bien escrito !
Un besu apo :)