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En Tierra Firme

¿Te gusta leer?

 

Una mañana aburrida en el puesto de trabajo. Yo estaba sumergido en mis pensamientos. Mi compañera contemplaba fijamente el monitor del ordenador. Deslizaba el ratón con desgana, parecía que ya había hecho todo lo que tenía que hacer en Internet. Me mira.

- ¿Te gusta leer? – me pregunta.
- Me encanta leer.
- A mí también, el año pasado me leí el Código Da Vinci y este año estoy pensando en leerme otro libro..
- Yo no pude leérmelo, cuando llevaba cien páginas me pareció una castaña y lo abandoné. Aunque leer es bonito. Para mí significa mucho y leo todo lo que puedo.
- Sí, pues eso es bueno ¿sabes? Yo por eso me obligo a leer un libro al año.
- ¿Y qué libro te gustaría leer?
- No sé. Me encantan los libros de amor. Me gustaban mucho esos libros en valenciano que nos mandaban leer en el instituto... ¡Qué bonitos eran!
- A mí esos libros me parecían lamentables. Malísimos y predecibles.
- Me han recomendado que me lea uno que se llama La sombra del viento. ¿Lo has leído?
- No.
- Pues ahora lo compraré. Espero que me guste.
- Puedes ir ahora, no hay mucho trabajo.
- Sí, podría ir, pero es que... gastarme 20 euros en un libro es un crimen. Con ese dinero podría comprarme otra cosa.

La aborrezco. Es cierto que los libros están caros. Pero no puedo con esta gente. Ella es licenciada en Psicología y no lee más de un libro al año. ¡Con la de libros que debería leer sobre el tema que supuestamente le apasiona! ¿Habrá leído a Freud? Seguro que no. ¿Así cómo iba a ejercer de psicóloga? Los hay que se sacan carreras y no saben nada. Se han dedicado a estudiar un mes antes del examen y luego lo vomitan y lo olvidan. No nacieron con vocación. En el futuro estará lleno de gente sin vocación que estudiará y no aprenderá y luego estará desempeñando un trabajo que no estarán capacitados para desarrollar. Jamás querría que me tratara una psicóloga como ella. Y eso que no quiero ir de intelectual vanidoso y pedante, yo no he leído ni la mitad de lo que me gustaría leer, no quiero que me confundan con uno de esos. Pero creo que leer es casi una necesidad que debería tener todo el mundo y sé que cada cual tendrá sus propias aficiones y no es necesario que todos las compartan. Pero bueno...

- Pues yo me gasto casi todo el dinero que tengo en libros. Prefiero gastármelo en libros que en ropa. De hecho, cuando voy a comprarme ropa suelo pasar por una librería y si me gusta alguno, lo compro, y luego no me queda dinero para ropa. Siempre me pasa.
- ¿Y qué te gusta leer?
- Pues últimamente estoy leyendo a escritores norteamericanos.
- ¿En inglés?
- ¡No por favor! Traducidos. No se me da bien el inglés.
- ¿Y de qué van?
- Pues son libros que hablan sobre la realidad. Gente que ha fracasado en la vida, deprimida, borracha, con aspiraciones de convertirse en escritor. Lo llaman el “realismo sucio”.
- ¿Qué divertido no? – me preguntó irónicamente con una mueca de asco.
- A mí me gusta. Los libros realistas están cargados de una crítica social. Los de fantasía suelen ser para entretener la mente.

Una psicóloga que no se interesa por la realidad. Le hablo de lo que me apasiona y me mira con asco. ¿Esto es lo que nos espera? ¿Quién tiene necesidad de ir al psicólogo si el que te atiende es como los demás? ¿Cómo le vas a explicar que te sientes incomprendido si el psicólogo forma parte de esos que te miran mal por ser diferente? Según me dijo, quería trabajar de psicóloga con enfermos de alzheimer. No me extraña, esos pacientes nunca se podrán quejar, no recordarán su falta de competencia para protestar. Si alguno le acusa de hacerlo mal ella puede negarlo y decir que se lo ha inventado.

- Podría comprarme algún libro de Danielle Steel.- continuó.
- No me he leído nada de ella – todos dicen que esos libros son para gente acabada, y yo, por suerte o por desgracia, nunca lo comprobaré.
- Dicen que está bien.
- Sí, eso dicen – mejor no le digo lo que pienso –, si quieres te puedo recomendar algunos títulos de libros de amor que me han gustado.
- ¡Sí! ¡Dime!
- A mí me gustó mucho “El desencuentro”, que te pasas una semana llorando. O algún libro de Jordi Sierra i Fabra que, aunque es literatura juvenil, me gusta mucho. Títulos como “La estrella de la mañana” o “97 formas de decir te quiero”. ¿Sabes? Cuando conocí a ese escritor me cambió la vida.
- El de la estrella de la mañana debe estar bien. Podrías dejarme alguno. Aunque yo tardo meses en leérmelos, así que no sé si te lo devolvería antes de que terminemos de trabajar aquí.
- No los tengo en casa – Mentí, paso de dejar un libro que no me va a devolver– esos son libros que cogí en la biblioteca.

Vino un cliente a preguntar una gilipollez.

- ¿Qué teléfonos te quedan? – me pregunta.
Saco un catálogo de teléfonos y comienzo a indicarle los que tenemos.
- Oye, oye. ¡Para! ¿Tú a mí me has visto con cara de comprar ese teléfono que me acabas de decir? – dice mientras se señala a la cara. Era extranjero, de tez morena. Llevaba cadenas y pulseras de oro. Los dientes los tenía torcidos. Tenía unos tatuajes penosos que parecían estar hechos por un niño. Realmente tenía pinta de traficante, de expresidiario o de delicuente.
- Yo sólo te estoy diciendo los teléfonos que me quedan.
- ¡Esos teléfonos son para viejos! ¡Yo no quiero esos teléfonos! ¡Yo quiero teléfonos buenos! ¡Mira! – saca un teléfono de su bolsillo. El último modelo de Nokia, el más caro, el mejor, tiene de todo. – ¡Estos son los teléfonos que yo quiero y no la mierda que me estás enseñando!
- Yo sólo respondí a tu pregunta.
- ¡Adiós!

Se va.

Pasa un rato.

- ¿Tú tienes la tarjeta del centro comercial? – me pregunta mi compañera.
- No. Paso de hacérmela. Con eso hacen una base de datos sobre lo que compras y dejas de comprar.
- ¿Y qué más da?
- Pues que a mí no me da la gana que controlen lo que compro. No me pienso vender por cuatro mierdas que regalen con los puntos. Se empieza así y al final, dentro de unos años, los gobiernos controlarán los libros que compramos y las revistas que leemos con el pretexto de defender al país del terrorismo. Investigarán a toda la gente que lea a Marx, que tenga ideas sospechosas por ser liberales, o que esté en contra del sistema. Tratarán de quitárselos del medio acusándoles de algún delito y encerrándolos.
- Tú estás loco.
- Claro, y además, si compras con la tarjeta esa y cometes un asesinato con un objeto que se venda en el centro comercial, filtraran a todos los que lo compraron y te pillarán enseguida.
- Yo no pienso matar a nadie.- Me contesta con desprecio, intentándome dejar en ridículo. Como si el último comentario lo hubiese hecho en serio – A ver si tenemos aquí entre nosotros a uno con la mente de psicópata. ¡Me das miedo!

Me das miedo, me das miedo, me das miedo. ¿Cuántas veces habré escuchado eso? ¡Si soy inofensivo! ¡Me sabe mal matar a las cucarachas y a las moscas! ¡Prefiero espantarlas antes de que mueran bajo mis garras!

- Oye.. y ahora en serio. Tú que eres psicóloga. Dime la verdad. ¿De verdad crees que estoy loco?

11 comentarios

RICARDO MONTERO GOMEZ -

que lastima de la gente que no lee, no sabe lo que se pierde.inmediatamente identificamos a una persona que no lee, sera aburrida y no se le entendera.que hermoso es leer, nos sentimos mas seguros, estaremos mas informados, seremos mas interesan tes, hasta sentiremos vanidad por conocer mas que los demas.sabremos vencer la soledad , porque no hay mejor amigo que un libro interesante.

Isaca -

Dile a tu superCompañera que se lea El pájaro espino. Aunque lo mismo tarda años en leerselo...

Bixina -

Wenas mi chiqui ;o)

La verdad es que viendo por el mundo lo que es la gente normal yo estoy orgullosísima de que me digan que soy rara :o) y si encima me llaman loca viendo todo lo cuerdo que se mueve ya ni te lo cuento :o)

Un besín enorme :o)*

ezcritor -

"A mí también, el año pasado me leí el Código Da Vinci y este año estoy pensando en leerme otro libro.."
esa frase es de antología. Te felicito.

Fénix -

Parece que has renacido de las cenizas y vuelves con mucha fuerza amigo. Sigue así, estás increíble!

Su -

Aquí en gijón los libros también cuestan eso, veinte euros de media, pero bueno, no me importa gastármelos si me apetece el libro.

Ultimamente me ha dado por comprar libros que ya he leido un montón de veces (sacados de la biblio o prestados) para tenerlos yo y poder ponerles anotaciones.

La verdad es que intento comprármelos lo más baratos posible, no me importa que sean ediciones de bolsillo. Seguro que ya conoces la página, pero por si acaso, en la casa del libro, hay siempre muy buenas ofertas de libros.

Un beso Fredy, y que la psicóloga no termine con tu paciencia ;-)

triskel -

Jeje curiosa charla con una psicologa de pacotilla.
Bueno yo no leo mucho,pero sí tienes razón que deberiamos leer más.
Eso que has dicho de la gente que estudia carreras, es muy cierto. Hay tanta gente sin vocación, aunque gracias a dios otros no son iguales y saben hacer su trabajo.

En Tierra Firme -

A todos los que quieren comentar y no pueden hacerlo, quiero recordarles, por si tienen alguna duda, que la nieve es blanca.

En Tierra Firme -

No lo conozco. Pero recomiéndame algún título del Ángel y lo añadiré a mi extensa lista de espera. (comienzo a comprar más libros de los que puedo leer y eso es preocupante)

Rosicky -

Por cierto... Olvidé que no acepta más que el realismo sucio... Jijijiji

Un abrazo genio! Y siga deleitándonos con sus post... Ayudas, por lo menos a mí, a olvidarse de todo y de todos durante unos instantes :)

Rosicky -

¡Un libro al año! ¡Guau! Eso es todo un logro...

Por cierto, sí tanto te gusta el realismo no sé por qué cada vez que te hablo de Ángel González me desdeñas. Asmadeus (que por cierto, debería publicar posts más a menudo) tiene un enlace de la página de la Biblioteca Cervantes Virtual que habla de su obra. Él sí que sabe. Jajaja.

Es cierto que "El Código Da Vinci" no es gran cosa. Aunque también es cierto que yo no sería capaz de escribir algo así (sí, soy penoso). Yo me lo leí hace tiempo, a mí me entretuvo y pasé un buen rato leyéndolo, pero cuando cojo uno de los libros de la colección de "Obras maestras" la diferencia es abrumadora.

Yo he conocido a muchas chicas así. Y supongo que en tu vida no es la primera. Yo también daba miedo, no te preocupes. Daba miedo por mis vestimentas, por la música que escuchaba, porque escribía poesía o porque conocía a escritores tan "extraños" como Tagore (cómo me gustó "El cartero del Rey")

Dile que se compre "El gol imposible". No es de amor, pero lo escribió mi tío y así hace propaganda. Sino puedes decirle que lea "Crónica de pobres amantes" (que mil veces te he dicho que leyeses, aunque dudo mucho que te vaya a gustar), aunque viendo cómo es, seguro que le aburre porque es bastante denso. Pero así mejor, haz que malgaste su dinero.

Por cierto... ¿20 euros por un libro? ¿pero usted que libros compra? Yo todos los libros que compro nunca pasan de los 12 euros como mucho, y la mayoría cuestan menos de 10 euros, algunos los he llegado a comprar por precios irrisorios; uno de Neruda no había llegado ni a los 3 euros y uno de Benjamín Prado sólo me costó 7 euros. Igual es que en Galicia somos pobres y por esto está todo más barato.

Bueno, mi compañero de andanzas. Un abrazo maestro, y paciencia amigo, paciencia :)