Análisis científico-literario de la crísis mundial
Que el precio de la gasolina se dispare no tiene la menor importancia. Lo realmente preocupante es que la cazalla cada día está más cara, vas al bar a tomarte una y te cobran más de un euro por una casalla en aiguacels. Y lo triste no es que sea caro, lo triste es ver cómo la sociedad está impasible ante esta hecatombe. Se quejan del precio de la vivienda, crean plataformas a favor de la vivienda, pero no lo hacen en contra del aumento de precios de la cazalla, que es mucho más importante. Una vivienda la compras una vez en la vida y tiene un pase, pero es que la cazalla la bebes todos los días y a la larga te gastas más dinero en cazallas que en pisos, y eso no está nada claro. Y lo peor es que otros productos de primerísima necesidad también están subiendo, como es el caso de las papas Hacendado y el vino Don Simón.
Vivimos en una sociedad podrida. Antes por mucho menos se manifestaban, salían a la calle y asaltaban la Bastilla. Ahora que es cuando realmente se necesita que el pueblo se levante en armas se quedan todos viendo Operación Triunfo en sus casas, y los pequeños consumidores de cazalla (Cerveró, por supuesto) somos los principales damnificados por esta crisis mundial.
Algunos hemos tenido que adoptar medidas desesperadas y hemos tenido que mezclar la cazalla con el limón, es decir, hemos tenido que beber Chifli. Y todo esto es por culpa de la poca ambición de los valencianos. Si ocurriera lo mismo en Madrid y aumentara el precio del vino y tuviesen que hacer calimocho, seguro que los camioneros paralizarían el país hasta conseguir una reducción en el importe del calimocho y exigirían una subvención especial para que el gobierno pague los carajillos matutinos.
Algún inepto dirigente todavía será capaz de decir que si no tenemos cazalla que bebamos whisky, como Maria Antonieta. Pero ya está bien, joder, que parece que nos toman por tontos y os engañan como quieren.
1 comentario
Noelet -
Por mi exilio Culleril, no tenía conocimiento de este trágico suceso.
La situación en Valencia capital es desoladora: En muy pocos sitios se sirve cerveró, y en los pocos que sí tienen, no la vas a encontrar más barata de 2,00 (el chupito)... la útima vez que se me ocurrió invitar a una ronda de 4 chupitos, me sablaron 10 !!
Así que amigos de lo etílico, tenemos que hacer algo!