La ley antitabaco ahoga pero no aprieta.
Pero todo eso hace plantearme ciertos interrogantes; dejando de lado la cuestión de la salud y del respeto al que no quiere inhalar humo, me pregunto hasta qué punto somos libres. El gobierno ha prohibido fumar en determinados sitios, pero el tabaco, pese a ser algo nocivo, no se ha prohibido en su totalidad. Entonces, si el hombre es libre de fumar y se sigue comercializando con el tabaco, ¿Por qué no se legaliza cualquier otra modalidad de fumar? ¿Por qué no se legaliza el consumo de marihuana? ¿No es igual de nocivo? Sí, se supone que quema neuronas, que también provoca cáncer, que causa adicción y el consumidor es más propenso a la depresión. No veo demasiada diferencia entre un cancer provocado por el tabaco que por la marihuana, aunque los defensores de la legalización, aseguran que el único producto nocivo que tiene la marihuana es el tabaco con la que se mezcla.
Podemos intuir, que el gobierno no restringe del todo este hábito para no perder unos importantes ingresos en impuestos, porque sabe, que aunque se prohibiese del todo, se traficaría con el tabaco ilegalmente como sucede con las drogas, y todas esas compras clandestinas no benefician en nada al estado. Además, sin prohibirlo del todo, se aseguran que mucha gente muera por alguna de las múltiples enfermedades derivadas del tabaco, de este modo, se ahorran un importante desembolso en todos aquellos que mueran antes de su jubilación, ingresos mucho más importantes de los que se pueda gastar la seguridad social en las enfermedades provocadas por el tabaco.
Seamos coherentes, si el fin de la democracia o de un estado liberal, es conseguir que el hombre sea libre dentro de los márgenes de la ley, se podría aplicar la ley de igual manera a todos los productos. Ya que está permitido fumar y morir de ello, que dejen fumar a cada cual la sustancia que quiera. Uno es libre de elegir su muerte y por la misma regla de tres, también deberían aprobar la eutanasia. Estoy a favor del avance de las libertades del ser humano, porque si nos ponemos represivos, podemos pedir que cierren los insaludables restaurantes de comida rápida, pedir que prohíban la sal, cualquier alimento con colesterol o cualquiera que sea perjudicial para la salud. Y no, no voy a decir como dicen muchos que prohíban también conducir coches. Yo abogo por el cumplimiento estricto de las leyes de tráfico y la reducción del potencial de los turismos, aunque en un mundo que sólo se mueve por intereses económicos, y en el que la industria petrolífera y automovilística tienen tanta influencia en la economía de un país, lo sencillo es no afrontar los problemas y dejarlos “correr”.
Y que sigan así los políticos, alejando a los ciudadanos de la muerte, que sigan prolongando su continuidad cronológica en el tiempo, que los hagan inmortales si quieren, mientras tanto, tendremos más tiempo para preguntarnos si somos libres y hasta dónde deberían limitarse las libertades. La ley antitabaco ahoga pero no aprieta porque, aunque el tabaco mate, otras cosas también matan, empezando por el simple hecho de vivir.
8 comentarios
Anónimo -
la noe -
Anónimo -
Duilio -
El cigarrillo da asco. Yo fumaba y lo dejé. Ahora no lo soporto siquiera.
Pero en fin, leyes son leyes, y, dejando de divagar, deberian restringir ese tipo de libertades en sitios donde otras personas salen perjudicadas pero, permitir mas libertades para la vida individual de cada quien.
Saludos.
Nica -
Rosicky -
Yo... Le comprendo... pero mi pequeño cerebro no es capaz de explayarse en algunos puntos que son algo discutibles...
Tengo que arreglar mi vida... :(
Un abrazo amigo!
En Tierra Firme -
monocamy -
A mí el tabaco me da asco. Sólo me fumo algún porrito de vez en cuando. Mmmm qué rico...
:D
Por cierto, peaso cambio de look :PPP Me gusta, me gusta. Y otra cosa, en mi tren no había primero ni último, eso es sólo una cuestión espacial. Como eran tantos, para no liarme lo hice por orden alfabético.. y tu letra era la T.
;)
Saludos, golfo.