Comienzan las clases
El domingo quería escribir un post sobre el miedo que sentía ante la nueva etapa que voy a iniciar en mi vida. Pero hoy Martes, después de haber asistido a las dos primeras jornadas del curso, ya no tengo ningún miedo, estoy entusiasmado y convencido de que no me equivoqué en mi elección. Es más, diría que el hecho de no entrar en el primer destino que elegí es por algo. Creo que nada de lo que me sucede es fortuito y el destino ha querido llevarme hasta donde estoy porque es el lugar y el momento idóneo para que yo esté ahí. En la vida suceden muchas cosas inexplicables, sin racionalidad alguna, que sólo pueden ser comprendidas si realmente creemos en la magia. Sé que todo lo que me ha pasado en la vida me ha servido para aprender algo, al igual que todas las personas con las que me he cruzado a lo largo del camino, sea para bien o para mal, me han enseñado algo.
Me decanté por hacer la licenciatura de comunicación audiovisual, y las primeras sensaciones de la carrera han sido muy buenas. En la primera clase, en la asignatura de diseño de personajes, me di cuenta de que no me había equivocado. El profesor nos habló del proceso creativo y después nos preguntó si nos gustaba escribir. Una alumna dijo que le gustaba escribir aunque no había hecho nada importante. El profesor se indignó al escuchar eso de “nada importante”, dijo que aunque lo que haya escrito no se haya publicado, aunque no le hayan dado ningún premio por ello, lo que ella había escrito era muy importante, y que a partir de ahora, debemos tener claro que cualquier cosa que escribamos será importante, que debemos creer en lo que hacemos, que tenemos que defender nuestros escritos, que debemos luchar por nuestros ideales, que, si es necesario, debemos morir por aquello en lo que creemos. Me di cuenta de que era un entusiasta, capaz de transmitir ganas de trabajar y de llenarnos a todos de energía creativa. Me emocioné escuchándolo, me di cuenta de que si esto es como pinta podré aprender mucho y los profesores me ayudarán a hacerlo. Por un momento me sentí tan eufórico y afortunado como si fuese un cantante que va al casting de operación triunfo y le dicen que va a entrar en la academia. Nos dijo que vamos a enfrentarnos a un gran problema: que hasta ahora siempre nos habían dicho lo que teníamos que hacer, pero en su asignatura no nos iba a decir lo que teníamos que escribir, que vamos a tener libertad absoluta a la hora de crear, que no nos podrá ningún límite y que debemos explotar nuestras capacidades al máximo. Dijo que para crear personajes, primero debemos conocernos a nosotros mismos, y a partir de ahí, podremos tener una perspectiva más global y seremos capaces de captar otras personalidades y otras sensaciones ajenas a nosotros. El objetivo es encontrar nuestro propio Aleph en el que podamos tener una perspectiva de todo. Nuestro trabajo será observar la realidad, tomar notas, apuntar nuestras reflexiones. Nos recomendó no confiar en nuestra memoria, ya que, aunque creamos que esta no nos fallará, lo normal es que se nos olviden las ideas. Nos dijo que lo ideal es que nos hiciésemos un cuaderno de notas, como si fuese un diario, y que en él escribamos lo que nos apetezca.
Comentó una infinidad de cosas interesantes, que ahora no voy a escribir, pero a mí me ha encantado y estoy seguro de que todo ello me ayudará a aprender. De momento ya nos ha mandado el primer deber: escribir sobre nuestro refugio, al que acudimos cuando queremos estar solos, debemos decir qué lugar es, describirlo, en primera persona, segunda o tercera, como nos dé la gana, nos ha recordado que somos libres de hacer lo que queramos. Y si no nos gusta esa propuesta podemos escribir sobre el tiempo en el que nos hubiese gustado vivir: Grecia, Roma, la Edad Media, lo que queramos, y que digamos qué es lo que hubiésemos hecho en esa época. La verdad es que es muy interesante. Pero ahora tengo miedo de escribir, sé que si me suelto diré muchos tacos, muchas burradas políticamente incorrectas y no sé si debo dar un tiempo de espera a mis impulsos creativo-destructores o desde el primer día ponerlos en marcha. En cualquier caso, parto desde la más absoluta humildad, sabiendo que yo no sé nada y que estoy para aprender y para que me enseñen.
Respecto a la universidad... estoy bastante perdido, es un cambio muy radical respecto al instituto, la gente va más a su bola, no hablan entre ellos, el trato es más distante, me resultan incómodos los silencios desesperantes que se producen en clase. A veces me gustaría romper esa seriedad que reina en las clases con un estruendoso pedo que haga retumbar el aula. No me gusta tanta seriedad. Echo de menos a los paletos del instituto, al menos hablaban, murmuraban, eran espontáneos, impulsivos, sádicos, caníbales. Pero ahora son toda la gente es seria, es gente como yo, que da asco, y yo doy asco solo, pero si somos 20 personas como yo nos convertimos en una gran bola de mierda insoportable.
Pero en fin, lo importante es que estoy haciendo algo que creo que me va a gustar, en otra ocasión ya contaré anécdotas y sensaciones que experimento en el día a día. Os hablaré de las otras asignaturas, como la de historia del cine, que también promete ser de lo más interesante. De momento trataré de adaptarme, de hacerme la idea de que ya he empezado. Intentaré asimilar que aquello que hace un año era una vaga idea e ilusión se ha convertido en una realidad. Estoy contento de haber dejado el trabajo de mierda, de haber renunciado a un trabajo fijo, estoy contento de no haberme guiado por el dinero, por la estabilidad laboral, por la comodidad. Estoy muy agradecido a la gente que hizo posible que este sueño se convirtiera en una realidad. Durante todo este año pensé que todo esto era una locura, que no me llevaría a ninguna parte, incluso creí que no sería capaz de sacarme segundo de bachillerato, pero lo he conseguido, he llegado a la meta, aunque ahora ya hay nuevas metas a las que tengo que llegar.
Estoy encantado de haber hecho las cosas con el corazón, y de eso no me arrepiento ni me arrepentiré nunca.
Me decanté por hacer la licenciatura de comunicación audiovisual, y las primeras sensaciones de la carrera han sido muy buenas. En la primera clase, en la asignatura de diseño de personajes, me di cuenta de que no me había equivocado. El profesor nos habló del proceso creativo y después nos preguntó si nos gustaba escribir. Una alumna dijo que le gustaba escribir aunque no había hecho nada importante. El profesor se indignó al escuchar eso de “nada importante”, dijo que aunque lo que haya escrito no se haya publicado, aunque no le hayan dado ningún premio por ello, lo que ella había escrito era muy importante, y que a partir de ahora, debemos tener claro que cualquier cosa que escribamos será importante, que debemos creer en lo que hacemos, que tenemos que defender nuestros escritos, que debemos luchar por nuestros ideales, que, si es necesario, debemos morir por aquello en lo que creemos. Me di cuenta de que era un entusiasta, capaz de transmitir ganas de trabajar y de llenarnos a todos de energía creativa. Me emocioné escuchándolo, me di cuenta de que si esto es como pinta podré aprender mucho y los profesores me ayudarán a hacerlo. Por un momento me sentí tan eufórico y afortunado como si fuese un cantante que va al casting de operación triunfo y le dicen que va a entrar en la academia. Nos dijo que vamos a enfrentarnos a un gran problema: que hasta ahora siempre nos habían dicho lo que teníamos que hacer, pero en su asignatura no nos iba a decir lo que teníamos que escribir, que vamos a tener libertad absoluta a la hora de crear, que no nos podrá ningún límite y que debemos explotar nuestras capacidades al máximo. Dijo que para crear personajes, primero debemos conocernos a nosotros mismos, y a partir de ahí, podremos tener una perspectiva más global y seremos capaces de captar otras personalidades y otras sensaciones ajenas a nosotros. El objetivo es encontrar nuestro propio Aleph en el que podamos tener una perspectiva de todo. Nuestro trabajo será observar la realidad, tomar notas, apuntar nuestras reflexiones. Nos recomendó no confiar en nuestra memoria, ya que, aunque creamos que esta no nos fallará, lo normal es que se nos olviden las ideas. Nos dijo que lo ideal es que nos hiciésemos un cuaderno de notas, como si fuese un diario, y que en él escribamos lo que nos apetezca.
Comentó una infinidad de cosas interesantes, que ahora no voy a escribir, pero a mí me ha encantado y estoy seguro de que todo ello me ayudará a aprender. De momento ya nos ha mandado el primer deber: escribir sobre nuestro refugio, al que acudimos cuando queremos estar solos, debemos decir qué lugar es, describirlo, en primera persona, segunda o tercera, como nos dé la gana, nos ha recordado que somos libres de hacer lo que queramos. Y si no nos gusta esa propuesta podemos escribir sobre el tiempo en el que nos hubiese gustado vivir: Grecia, Roma, la Edad Media, lo que queramos, y que digamos qué es lo que hubiésemos hecho en esa época. La verdad es que es muy interesante. Pero ahora tengo miedo de escribir, sé que si me suelto diré muchos tacos, muchas burradas políticamente incorrectas y no sé si debo dar un tiempo de espera a mis impulsos creativo-destructores o desde el primer día ponerlos en marcha. En cualquier caso, parto desde la más absoluta humildad, sabiendo que yo no sé nada y que estoy para aprender y para que me enseñen.
Respecto a la universidad... estoy bastante perdido, es un cambio muy radical respecto al instituto, la gente va más a su bola, no hablan entre ellos, el trato es más distante, me resultan incómodos los silencios desesperantes que se producen en clase. A veces me gustaría romper esa seriedad que reina en las clases con un estruendoso pedo que haga retumbar el aula. No me gusta tanta seriedad. Echo de menos a los paletos del instituto, al menos hablaban, murmuraban, eran espontáneos, impulsivos, sádicos, caníbales. Pero ahora son toda la gente es seria, es gente como yo, que da asco, y yo doy asco solo, pero si somos 20 personas como yo nos convertimos en una gran bola de mierda insoportable.
Pero en fin, lo importante es que estoy haciendo algo que creo que me va a gustar, en otra ocasión ya contaré anécdotas y sensaciones que experimento en el día a día. Os hablaré de las otras asignaturas, como la de historia del cine, que también promete ser de lo más interesante. De momento trataré de adaptarme, de hacerme la idea de que ya he empezado. Intentaré asimilar que aquello que hace un año era una vaga idea e ilusión se ha convertido en una realidad. Estoy contento de haber dejado el trabajo de mierda, de haber renunciado a un trabajo fijo, estoy contento de no haberme guiado por el dinero, por la estabilidad laboral, por la comodidad. Estoy muy agradecido a la gente que hizo posible que este sueño se convirtiera en una realidad. Durante todo este año pensé que todo esto era una locura, que no me llevaría a ninguna parte, incluso creí que no sería capaz de sacarme segundo de bachillerato, pero lo he conseguido, he llegado a la meta, aunque ahora ya hay nuevas metas a las que tengo que llegar.
Estoy encantado de haber hecho las cosas con el corazón, y de eso no me arrepiento ni me arrepentiré nunca.
6 comentarios
Rosicky -
Me alegro muchísimo, en serio. Un abrazo! :D
Carol -
Creo en ti y te deseo lo mejor, espero que ahora con esto no te olvides de nosotros y sigas actualizando porque me gusta mucho como escribes, te lo dije y te lo seguire diciendo.
Mucha suerte!!!!
besos
Celia. -
Enhorabuena, has conseguido lo que querías con tu esfuerzo y tus ganas.
Algo me dice que te va a ir muyyyyy bien, así que disfruta todo lo que puedas.
Un besazo!!
Alicia -
Te deseo mucha suerte en todo.
Ojala a partir de ahora sientas mas este positivismo porque pareces otra persona :O supongo que cuando uno va matando las frustraciones el cielo se vuelve un poco mas azul.
Felicidades!
Su -
Me alegro que te haya causado buena impresión el primer contacto Fredy, y también que te hayas encontrado con uno de esos profesores (que tan poco abundan) entusiastas y con ganas de enseñar.
Lectora -
Ya sabes cuál es la fórmula ;) Hasta el profe te lo dijo ;) Hay que creer en uno mismo y en la magia :)
Me alegro mucho por ti.