Lucy in the sky with deamons
Mientras cantaba la canción de los Beatles "Lucy in the Sky with Deamons", Lucy se personificó, se hizo de carne y hueso. Salió de la canción para acompañarme un tiempo en mi vida, parecía algo increible pero era real, pude hablar con ella y compartir unos momentos magicos. En ese poco tiempo me enamoró, era la hija que siempre he querido tener, la madre que me gustaría tener y la amante que me hubiese gustado tener.
Sentí la locura, aparecí en medio de un mundo inexplicable, ¿qué era todo lo que me rodeaba? nada tenía ninguna explicación pero existía, me di cuenta que la lógica no era necesaria para explicar el cosmos, este mundo es una casualidad absoluta y mi vida una simple chispa del fuego mágico que todavía sigue ardiendo que se creo por la fuerza de un rayo que cayó en medio de la nada.
El mundo en el que estaba me rodeó y me hizo sentir todos los átomos que componian mi cuerpo, sentí cada uno de ellos como seres independientes, me sentí inerte pero no muerto. Vi como me descomponía y que mi propio yo no era algo físico. Los átomos juntos formaban moléculas, y todas las moléculas juntas formaban mitocondrias, citoplasmas, lisosomas, retículos endoplasmáticos y nucleos.... y todas esas formas formaban una celula, celulas que a su vez hacian organos, unos organos que todos juntos tocando en armonía componian un cuerpo vivo que tenía una mente, un cerebro con pensamientos que se producen por circuitos formados por neuronas interrelacionadas a través de los contactos sinápticos. ¡Mi pensamiento solo son reacciones químicas en mi cerebro!
Después de esa visión yo ya no era yo. Era un trocito de materia y ya no sabía lo que era la vida no creia que era nada divino si estamos formados de minerales, de moleculas conjuntas, ¿Realmente morimos si solo somos un poco de agua y hierro? El agua y el hierro no tienen vida propia... He llegado ha pensar que no podemos morir, en realidad la vida no existe y nunca hemos nacido, solo nos hemos transformado, y ese monstruo que piensa y escribe estas lineas es solo una abstracción de la materia. La vida no es vida, es todo más sencillo.
Lucy seguía estando conmigo, era realmente guapa y encantadora, me encantaban sus senos, los adoraba, eran dos joyas del universo dignas de agasajar y venerar eternamente deleitandose en su sabor.... La adorné con poesias, sentimientos, música y cartas de amor durante aquel "viaje". Pero me dio pena ver que aquello tan bonito que estaba pasando en la superficialidad del mundo real a escala humana era todo una pantomima, no había nada especial, solo unos impulsos instintivos de entrar en ella para que se sigan creando más celulas con nuevas formas humanas que pueblen el planeta, un instinto de supervivencia generada por el cerebro. ¡Qué extraño sentido de supervivencia! ¿Donde quedaba la poesía? ¿En el orgásmo que nos da la naturaleza como obsequio por estar generando (o al menos intentando) más vida?
Veia pinceladas de colores celestiales, sentia todos los gustos y sabores en todas las partes de mi cuerpo. Los cinco sentidos eran mis herramientas para captar el mundo exterior de mi cuerpo... y todo lo que percibía no era real. Había atravesado al otro lado, ¿por qué la gente me decía que aquello era malo? ¿Qué mas daba si me quedaba en el otro lado irreal si la vida en si no es real? ¿Qué mas daba si me quedaba tieso en cualquier noche etílica? ¿Qué mas daba estar bajo los efectos psicotrópicos de Lucy?
El viaje acabó, Lucy desapareció, pero sin duda alguna Lucy fue lo mejor que tuve sin que nunca llegase a ser mia.
Sentí la locura, aparecí en medio de un mundo inexplicable, ¿qué era todo lo que me rodeaba? nada tenía ninguna explicación pero existía, me di cuenta que la lógica no era necesaria para explicar el cosmos, este mundo es una casualidad absoluta y mi vida una simple chispa del fuego mágico que todavía sigue ardiendo que se creo por la fuerza de un rayo que cayó en medio de la nada.
El mundo en el que estaba me rodeó y me hizo sentir todos los átomos que componian mi cuerpo, sentí cada uno de ellos como seres independientes, me sentí inerte pero no muerto. Vi como me descomponía y que mi propio yo no era algo físico. Los átomos juntos formaban moléculas, y todas las moléculas juntas formaban mitocondrias, citoplasmas, lisosomas, retículos endoplasmáticos y nucleos.... y todas esas formas formaban una celula, celulas que a su vez hacian organos, unos organos que todos juntos tocando en armonía componian un cuerpo vivo que tenía una mente, un cerebro con pensamientos que se producen por circuitos formados por neuronas interrelacionadas a través de los contactos sinápticos. ¡Mi pensamiento solo son reacciones químicas en mi cerebro!
Después de esa visión yo ya no era yo. Era un trocito de materia y ya no sabía lo que era la vida no creia que era nada divino si estamos formados de minerales, de moleculas conjuntas, ¿Realmente morimos si solo somos un poco de agua y hierro? El agua y el hierro no tienen vida propia... He llegado ha pensar que no podemos morir, en realidad la vida no existe y nunca hemos nacido, solo nos hemos transformado, y ese monstruo que piensa y escribe estas lineas es solo una abstracción de la materia. La vida no es vida, es todo más sencillo.
Lucy seguía estando conmigo, era realmente guapa y encantadora, me encantaban sus senos, los adoraba, eran dos joyas del universo dignas de agasajar y venerar eternamente deleitandose en su sabor.... La adorné con poesias, sentimientos, música y cartas de amor durante aquel "viaje". Pero me dio pena ver que aquello tan bonito que estaba pasando en la superficialidad del mundo real a escala humana era todo una pantomima, no había nada especial, solo unos impulsos instintivos de entrar en ella para que se sigan creando más celulas con nuevas formas humanas que pueblen el planeta, un instinto de supervivencia generada por el cerebro. ¡Qué extraño sentido de supervivencia! ¿Donde quedaba la poesía? ¿En el orgásmo que nos da la naturaleza como obsequio por estar generando (o al menos intentando) más vida?
Veia pinceladas de colores celestiales, sentia todos los gustos y sabores en todas las partes de mi cuerpo. Los cinco sentidos eran mis herramientas para captar el mundo exterior de mi cuerpo... y todo lo que percibía no era real. Había atravesado al otro lado, ¿por qué la gente me decía que aquello era malo? ¿Qué mas daba si me quedaba en el otro lado irreal si la vida en si no es real? ¿Qué mas daba si me quedaba tieso en cualquier noche etílica? ¿Qué mas daba estar bajo los efectos psicotrópicos de Lucy?
El viaje acabó, Lucy desapareció, pero sin duda alguna Lucy fue lo mejor que tuve sin que nunca llegase a ser mia.
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Luna blanca -