Borges me perdonaría
Fui a la biblioteca del instituto a estudiar. No había nadie. No era extraño: en mi biblioteca nunca había gente. Ese día no estaba ni el bibliotecario. Abrí los libros y me concentré en el estudio. Entonces sentí una extraña sensación: miré a mi alrededor y por un momento sentí que los libros de la biblioteca habían cobrado vida y me estaban mirando con pena. Nadie les hacía caso, parecía que se estaban muriendo del asco. Los libros estaban marginados por los alumnos del instituto. En ese lugar la cultura estaba abandonada. Entonces me dirigí a la estantería de literatura española. Desde hacía tiempo que quería leer a Borges, todos decían que era un Dios de las palabras. Vi un libro de relatos del maestro, era una edición del año 82, el año en que nací. El libro parecía nuevo. Seguro que tan sólo lo habrían leído dos o tres alumnos en 23 años. Cogí el libro, lo metí en la mochila y me largué de allí.
Al salir, imaginé que Borges comprendía el acto solidario que realicé con su libro. Él sabía que rescaté a su libro del olvido y que ya no volvería a estar más en esa polvorienta biblioteca. No me sentí culpable, todo lo contrarío: me sentí un santo, como Fray Guillermo cuando en el Nombre de la Rosa rescató de las llamas el mayor número de libros posible.
Aquel mismo proceso se repitió durante semanas con otros libros que merecían estar en un lugar mejor, como, por ejemplo, en mi casa.
Al salir, imaginé que Borges comprendía el acto solidario que realicé con su libro. Él sabía que rescaté a su libro del olvido y que ya no volvería a estar más en esa polvorienta biblioteca. No me sentí culpable, todo lo contrarío: me sentí un santo, como Fray Guillermo cuando en el Nombre de la Rosa rescató de las llamas el mayor número de libros posible.
Aquel mismo proceso se repitió durante semanas con otros libros que merecían estar en un lugar mejor, como, por ejemplo, en mi casa.
12 comentarios
limo -
Chanchiss -
Visitante -
Un libro lleno de polvo, perdido en el olvido, derramaría lágrimas de letras.
El crimen sería dejarlo allí.
El autor lo agradecerá, jeje.
Rosicky -
Si es así... creo que Fred tiene que resarcirse y retractarse y regalar todos sus libros para que las generaciones futuras puedan crecer sanas y fuertes :D
mg1 -
Fenix -
Celia -
noshow -
Rosicky -
Rosicky -
Pero te hubiese absuelto sin duda alguna si hubieses birlado alguna para mí :D
Un abrazo genio!!!
Y Celia... ¿qué libro estás buscando?
Carol -
besos
Celia -
Yo estoy buscando un libro y no lo encuentro por ningún lado, y todo porque el autor es muy poco conocido. Es una injusticia!
Bueno, ese último comentario no venía a cuento, pero ahí lo dejo :P