Amelie es la peor película que he visto en mi vida
Debería lanzar el ordenador por la ventana ahora mismo.
Mi vida ha llegado a un extremo caótico sin retorno.
No sé qué es lo que me jode más, si perder amigos o perder la memoria. Creo que las dos cosas tienen sus ventajas e inconvenientes. Si pierdes a los amigos te puede joder un poco, pero si pierdes la memoria ya no te acuerdas de lo que te jode y entonces te da igual todo.
Me fastidia no poder ser una persona normal. El otro día me llamó una amiga diciéndome que me echaba de menos y que quería verme. Decía que sólo me había visto dos veces este verano. Quedé con ella a las 12 de la noche y llegado el momento no salí, ni avisé, ni nada. Poco tiempo después recibí su llamada y no cogí el teléfono. No me preguntéis por qué lo hice. Ni yo mismo lo sé. Debería sentirme bien porque alguien me echa de menos y por saber que todavía existo para alguna persona. Es reconfortante saber que si algún día me muero solo en casa me encontrarían antes de que los vecinos perciban el olor de mi cadáver descomponiéndose. Pero no, me da igual. No quiero ver a nadie. No salí por puro despecho. Cuando me dijo que me echaba de menos sentí como si echara de menos a un personaje más de los que amenizan sus fiestas. Sólo echa de menos un número, un rostro que no está. No echa de menos a una persona. Es algo difícil de explicar. Es cuando sientes que no eres nadie para nadie. Haced la prueba: apagad el teléfono durante una semana, no os conectéis a Internet, no salgáis de casa... entonces os daréis cuenta de que no sois nadie para el mundo y que si os morís la Tierra seguirá girando igual (o mejor).
Pero también me pregunto si yo echo de menos a alguien y la respuesta es que no. Durante mucho tiempo eché de menos a mucha gente pero nunca lo supieron ni lo sabrán. Por lo tanto, en esto de las relaciones humanas, se suele recibir más o menos en medida de lo que se da. Lo cual es algo espantoso. Algún día escribiré sobre ello. Tengo tantas cosas sobre las que escribir...
Pero volviendo al tema de la memoria. Creo que me jode más olvidar lo que sé que perder amigos. Al fin y al cabo los amigos son pasajeros en el sentido literal de la palabra. Coincidimos en un tren durante un periodo de tiempo determinado y luego alguien tiene que hacer trasbordo. Incomprensiblemente cuando alguien se cambia de tren solemos creer que todavía tenemos los destinos unidos y les seguimos llamando amigos. Se van y los tratamos como si todavía viajaran en el mismo tren, o al menos es lo que queremos creer.
Me jode mucho no acordarme de todo aquello que aprendí el año pasado en historia del arte. Aprendí 1000 fechas, muchas biografías, muchos nombres de obras de arte que por arte de magia he olvidado. Ya no me acuerdo en qué año nació Masaccio, no me acuerdo cuántos años tardó Brunellesechi en construir la cúpula de la catedral de Florencia, no me acuerdo de casi nada de todo aquello que aprendí con tanto interés. Tan sólo recuerdo con entusiasmo las anécdotas de Caravaggio o de Miguel Ángel porque sus biografías me impactaron y no las podré olvidar fácilmente. Perder cultura me jode más que la pérdida de amigos, aunque la cultura no sirve para nada (y los amigos, si nos ponemos drásticos, sirven para menos) pero al menos los recuerdos te acompañan durante todo el recorrido de tu vida y los amigos sólo te acompañan ese pequeño trayecto hasta que se bajan en su parada y quizás no los vuelvas a ver hasta que coincidáis en el mismo tren mucho tiempo después y entonces os alegréis de veros, os haréis un resumen de todos los trayectos que habéis hecho y lo pasaréis bien durante ese momento en el que habéis coincidido entre parada y parada. Lo curioso es que si no os hubierais reencontrado jamás hubierais hablado. Habláis porque os habéis reencontrado por casualidad. Si hubieses querido hablar con esa persona bastaba con llamarla al móvil ya que guardabas su número en la agenda, pero eso no lo ibas a hacer nunca. Pasado un tiempo verás el nombre de esa persona en tu agenda y dirás ¿Por qué tengo a este en la agenda si nunca le voy a llamar? Y es cuando decides borrarlo para siempre. En las agendas de teléfono sobran más de la mitad de la gente.
No sé qué es lo que me pasa. Mi madre dice que estoy loco. Quiere llevarme al psiquiatra. Yo me niego, le digo que estoy bien, pero ella dice que si no voy traerá al psiquiatra a casa para que me vea en mi salsa... mi padre también me dice que estoy loco. Puede que sea verdad. Cuando te lo dicen tantas veces a veces dudas y dices: ¿Y si llevan razón? Pero lo que a mí me pasa no se puede curar con ninguna medicación. Lo que tengo es una lucidez mortal de la realidad. Por eso creo que al final acabaré otra vez en la consulta del psiquiatra. Le diré lo que hago y que me diga si estoy loco o qué. También le diré que mis padres son los que me dicen que no estudie más y me ponga a trabajar. A ver si al final los encierran a ellos en vez de a mí.
Cada vez soy más insignificante. Como ya he dicho muchas veces: recibo lo que siembro. Y pese a tener la autoestima baja sigo pensando que soy el ser más grande la Tierra... para colmo no me cuido, estoy engordando, me estoy quedando fofo y cada vez se me cae más cabello. Podría dedicar tiempo y dinero para cuidarme, ir al gimnasio y ser un musculitos con abdominales para atraer a las descerebradas repletas de estrógenos, pero no pretendo gustar a nadie. Quiero ser indiferente. Si algún día hicieran un club de fans a mi nombre me encargaría de hacerme odiar para que mis fans se llevasen una tremenda decepción de mí y se fuesen a adorar a otro.
Estoy podrido y me gustaría escupir en la cara de Dios como Henry Miller.
De hecho, quiero aprovechar la ocasión que se me brinda para cagarme en todo aquel que lea esto.
Debería ser una persona feliz por tenerlo todo. Estoy consiguiendo todo lo que me propongo y hago lo que me da la gana. Pero no consigo la estabilidad en ningún punto, ni en la automarginación ni sociabilizándome, es como si no existiese una salida.
Y lo peor es que tengo un sentimiento de culpabilidad terrible porque no leo ni toco la guitarra como antes. Si cometiese un crimen me sentiría menos culpable que de no leer. Debería leer un libro al día para alimentar mi espíritu y para ser alguien... y no consigo leer una mierda, y eso es terrible. Es como saber que debo comer para sobrevivir y no tener nada de apetito. Sabes que te vas a debilitar y que vas a ser un huesudo ambulante pero no puedes... ahora mi alma está raquítica porque no leo, es terrible, terrible, y creo que todo es por culpa del ordenador... que me tiene enganchado... debería arrojarlo ahora mismo por la ventana y reafirmar lo que he dicho desde un principio.
Mi vida ha llegado a un extremo caótico sin retorno.
No sé qué es lo que me jode más, si perder amigos o perder la memoria. Creo que las dos cosas tienen sus ventajas e inconvenientes. Si pierdes a los amigos te puede joder un poco, pero si pierdes la memoria ya no te acuerdas de lo que te jode y entonces te da igual todo.
Me fastidia no poder ser una persona normal. El otro día me llamó una amiga diciéndome que me echaba de menos y que quería verme. Decía que sólo me había visto dos veces este verano. Quedé con ella a las 12 de la noche y llegado el momento no salí, ni avisé, ni nada. Poco tiempo después recibí su llamada y no cogí el teléfono. No me preguntéis por qué lo hice. Ni yo mismo lo sé. Debería sentirme bien porque alguien me echa de menos y por saber que todavía existo para alguna persona. Es reconfortante saber que si algún día me muero solo en casa me encontrarían antes de que los vecinos perciban el olor de mi cadáver descomponiéndose. Pero no, me da igual. No quiero ver a nadie. No salí por puro despecho. Cuando me dijo que me echaba de menos sentí como si echara de menos a un personaje más de los que amenizan sus fiestas. Sólo echa de menos un número, un rostro que no está. No echa de menos a una persona. Es algo difícil de explicar. Es cuando sientes que no eres nadie para nadie. Haced la prueba: apagad el teléfono durante una semana, no os conectéis a Internet, no salgáis de casa... entonces os daréis cuenta de que no sois nadie para el mundo y que si os morís la Tierra seguirá girando igual (o mejor).
Pero también me pregunto si yo echo de menos a alguien y la respuesta es que no. Durante mucho tiempo eché de menos a mucha gente pero nunca lo supieron ni lo sabrán. Por lo tanto, en esto de las relaciones humanas, se suele recibir más o menos en medida de lo que se da. Lo cual es algo espantoso. Algún día escribiré sobre ello. Tengo tantas cosas sobre las que escribir...
Pero volviendo al tema de la memoria. Creo que me jode más olvidar lo que sé que perder amigos. Al fin y al cabo los amigos son pasajeros en el sentido literal de la palabra. Coincidimos en un tren durante un periodo de tiempo determinado y luego alguien tiene que hacer trasbordo. Incomprensiblemente cuando alguien se cambia de tren solemos creer que todavía tenemos los destinos unidos y les seguimos llamando amigos. Se van y los tratamos como si todavía viajaran en el mismo tren, o al menos es lo que queremos creer.
Me jode mucho no acordarme de todo aquello que aprendí el año pasado en historia del arte. Aprendí 1000 fechas, muchas biografías, muchos nombres de obras de arte que por arte de magia he olvidado. Ya no me acuerdo en qué año nació Masaccio, no me acuerdo cuántos años tardó Brunellesechi en construir la cúpula de la catedral de Florencia, no me acuerdo de casi nada de todo aquello que aprendí con tanto interés. Tan sólo recuerdo con entusiasmo las anécdotas de Caravaggio o de Miguel Ángel porque sus biografías me impactaron y no las podré olvidar fácilmente. Perder cultura me jode más que la pérdida de amigos, aunque la cultura no sirve para nada (y los amigos, si nos ponemos drásticos, sirven para menos) pero al menos los recuerdos te acompañan durante todo el recorrido de tu vida y los amigos sólo te acompañan ese pequeño trayecto hasta que se bajan en su parada y quizás no los vuelvas a ver hasta que coincidáis en el mismo tren mucho tiempo después y entonces os alegréis de veros, os haréis un resumen de todos los trayectos que habéis hecho y lo pasaréis bien durante ese momento en el que habéis coincidido entre parada y parada. Lo curioso es que si no os hubierais reencontrado jamás hubierais hablado. Habláis porque os habéis reencontrado por casualidad. Si hubieses querido hablar con esa persona bastaba con llamarla al móvil ya que guardabas su número en la agenda, pero eso no lo ibas a hacer nunca. Pasado un tiempo verás el nombre de esa persona en tu agenda y dirás ¿Por qué tengo a este en la agenda si nunca le voy a llamar? Y es cuando decides borrarlo para siempre. En las agendas de teléfono sobran más de la mitad de la gente.
No sé qué es lo que me pasa. Mi madre dice que estoy loco. Quiere llevarme al psiquiatra. Yo me niego, le digo que estoy bien, pero ella dice que si no voy traerá al psiquiatra a casa para que me vea en mi salsa... mi padre también me dice que estoy loco. Puede que sea verdad. Cuando te lo dicen tantas veces a veces dudas y dices: ¿Y si llevan razón? Pero lo que a mí me pasa no se puede curar con ninguna medicación. Lo que tengo es una lucidez mortal de la realidad. Por eso creo que al final acabaré otra vez en la consulta del psiquiatra. Le diré lo que hago y que me diga si estoy loco o qué. También le diré que mis padres son los que me dicen que no estudie más y me ponga a trabajar. A ver si al final los encierran a ellos en vez de a mí.
Cada vez soy más insignificante. Como ya he dicho muchas veces: recibo lo que siembro. Y pese a tener la autoestima baja sigo pensando que soy el ser más grande la Tierra... para colmo no me cuido, estoy engordando, me estoy quedando fofo y cada vez se me cae más cabello. Podría dedicar tiempo y dinero para cuidarme, ir al gimnasio y ser un musculitos con abdominales para atraer a las descerebradas repletas de estrógenos, pero no pretendo gustar a nadie. Quiero ser indiferente. Si algún día hicieran un club de fans a mi nombre me encargaría de hacerme odiar para que mis fans se llevasen una tremenda decepción de mí y se fuesen a adorar a otro.
Estoy podrido y me gustaría escupir en la cara de Dios como Henry Miller.
De hecho, quiero aprovechar la ocasión que se me brinda para cagarme en todo aquel que lea esto.
Debería ser una persona feliz por tenerlo todo. Estoy consiguiendo todo lo que me propongo y hago lo que me da la gana. Pero no consigo la estabilidad en ningún punto, ni en la automarginación ni sociabilizándome, es como si no existiese una salida.
Y lo peor es que tengo un sentimiento de culpabilidad terrible porque no leo ni toco la guitarra como antes. Si cometiese un crimen me sentiría menos culpable que de no leer. Debería leer un libro al día para alimentar mi espíritu y para ser alguien... y no consigo leer una mierda, y eso es terrible. Es como saber que debo comer para sobrevivir y no tener nada de apetito. Sabes que te vas a debilitar y que vas a ser un huesudo ambulante pero no puedes... ahora mi alma está raquítica porque no leo, es terrible, terrible, y creo que todo es por culpa del ordenador... que me tiene enganchado... debería arrojarlo ahora mismo por la ventana y reafirmar lo que he dicho desde un principio.
17 comentarios
apenas gemida -
Amelie huele a mierda -
Que lo pase usted bien.
wiShe -
Y lo de los amigos, yo a veces he sentido eso que cuentas, pero miro la fecha de tu escrito y sí, recuerdo cuando te sentías así... Pero en general no siento eso. Pienso que los libros te aportan MUCHISMO para la mente y el alma y que lo vivdo con ellos es para siempre y lo llevas contigo siempre, y los aprendido lo puedes usar en la vida, además te diviertes, te hace reflexionar, te sientes muchas veces comprendida, aprendes y te sientes menos mierda (y se de lo que hablo, Fredy... muchas veces cuando leo me acuerdo de ti y siento ganas de contarte cosas sobre un punto de reflexión de caracter personal, o de contarte algo que que he aprendido, a mi amigo marciano.. que tanto me habló de la lectura cuando yo nunca ponía tiempo en mi vida para ella, ni ganas.. Pero eso se de lo que hablabas. Un poco de fuerza de voluntad al principi y alhora estoy encantada, mereció taaaanto la pena)Y bueno, los amigos es otra cosa, no es comparable... te aportan cosas, las amistades son OTRA FUENTE de satisfacción, en mi opinión, de aprendizaje, de comprenderse, de convivencia, también te diviertes... Algunos te aportan y de los que no, pues te en mi opinión es mejor desprenderse pues es una pérdida de tiempo -eso de "Elige a tus amigos"- (pero eso tú ya lo sabes :) y lo entiendo la verdad) Si la amistad no te termina, alejarte está bien pero no creo que siempre sea por eso, creo que eres tú que a veces te cerrabas(ahora no se, te hablo de hace tiempo.. Te daba tu crisis de lucidez mortad de relidad exagerda y te ansiba el mundo y todo lo que hay en él). Quizá la cosa es rodearse de buenos amigos, que eso es más difícil. Pero un amigo en sí, es otra fuente de enriquecimiento personal. A veces las amistades te decepcionan o te hieren o simplemente te son indiferentes. No obstante, no hay que desprestigiar a la palabra "amistad". Pues si hay un aprecio del uno por el otro y te aporta algo esa pesona y te nace seguri cuidandola pues es algo que te queda en el corazón y a mi, desde luego, me merece la pena. No creo que se pueda comparar con leer.Los 2 te pueden enriquecer y curar el alma y no son incompatible, pero desde luego los libros no te van adar la espalda nunca. (no va con segundas de nada)
Saludos
edith -
mesi -
camila -
Pensamiento -
Eso me ha encantado, al igual que la metáfora de los trenes y las paradas...
Lo de la kaka te lo perdono porque estás loco jeje.
Ah me ha encantado el primer comentario de Rosa negra... parece que entiende un rato!!
Sherezade -
Eso sí, voy a tener que admitir que soy un ser social. Me gusta la compañía y también la soledad. En épocas leo más y en otras menos. Procuro no parar nunca de aprender. Y creo que no estás loco.
La Rosa Negra -
Los tópicos se cumplen en la vulgaridad, no en la originalidad.
La Rosa Negra -
La culpa no es del ordenador, es tuya por no tener voluntad de equilibrar los momentos de tu vida. Bien dosificado y con inteligencia, todo se puede hacer.
Por cierto, los videos de Dalí, muy buenos. Deberían estar enterrados juntos, sí.
ya no quedan genios, ni hombres como él. Es una pena que haya vivido tiempo atrás al mío. Gala no tendría nada qué hacer.
El título viene bien. El absurdo tiene más sentido de loq ue se cree muchas veces, sólo para los que lo saben ver.
Recuerda: Haz lo que piensas, pero no verborrees hoy, para mañana estar igual.
"Vi un nuevo cielo y una nueva Tierra porque el primer cielo y la primera Tierra habían pasado ya"
guixots -
Anónimo -
Madre mía como está el patio.
jajajaja, menuda flipada de mierda.
RAFA -
A. -
nos vemos..
Polvo Eres -
Muy buena respuesta al periodista, jaja.
noshow -
Lo de los amigos no puede ser mas cierto. Cada vez que vuelvo a casa de visita tengo menos, y menos, y menos. Les mandas mensajes, les llamas. Al principio si pueden, luego van podiendo menos, y al final nada. Uno de ellos la ultima vez ya no se digno a contestarme emails o mensajes, y me lo tropece en la calle. En mi cara me dijo que no sabia porque no me contestaba, jajaajja. Me gusto la respuesta. Y la explicacion la has dado aqui perfectamente, lo de los trenes. El que se va piensa que los amigos siguen alli parados, en el mismo punto en el que los dejamos, cuando la realidad es que ellos ya hace años se subieron a algun tren y se alejaron de nosotros....
Me ha gustado mucho esta entrada.
En Tierra Firme -
Pregunta del periodista: ¿Qué tiene que ver el título del post con su contenido?
Fredy: ¡Y yo qué sé! ¿Acaso yo me meto con tu vida? ¡Déjame en paz!