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En Tierra Firme

Reunido

Se acerca un personaje al stand, en el mismo momento en el que abre el pico sé que no es el típico comprador habitual. Quería una tarjeta para un móvil que le habían regalado, le informo de los precios, las tarifas y el saldo gratis que estas regalan. El hombre se decide y lo compra. Pero antes me pide una cosa:

- ¿No tienes algún número normal?
Estuve cavilando sobre lo qué era un "número normal", pero no conseguí adivinarlo.
- ¿Un número normal? - pregunté extrañado
- Sí, un número normal, cómo si yo nunca hubiese ido a la escuela.
Saqué unas cuantas tarjetas y me puse a mirar los números, se los enseñé para que él lo eligiera, y me dijo:
- No, no, elígelo tú, uno normal, que yo tengo la cabeza un poco mal, nunca he ido a la escuela.
Miré los números que barajaba, y yo los veía de lo más normales, me preguntaba qué tenían de raro, ¿Serían números romanos?
Como este tipo de gente me cansa, hice como que elijo el número más fácil, y en realidad seleccioné uno al azar.
- Mire este número, es bastante fácil y normal - Pronuncié ese "normal" con bastante recochineo.
El hombre miró el número y dijo:
- ¡Muy bien! ¡Eso es! ¡Este es fácil de recordar!
Se giró para hablar con su amigo, el cual se había incorporado en medio de nuestra absurda conversación y le comentó:
- Mira que número, ¿De este te acordarás verdad? ¿Es fácil no? le he dicho al chico que me de uno fácil, como si yo nunca hubiese ido a la escuela.
Qué manía de aquel hombre la de recordar que nunca fue a escuela, ¿se sentía orgulloso de eso? No sé cuales son peor, si los qué están recordándote continuamente que tienen la carrera de ingeniería industrial y un master hecho en Chicago, o aquellos que se jactaban de su ignorancia con el mismo aire triunfante que los primeros.
Su amigo a penas hizo caso del número, lo miro he hizo un gesto de desprecio y giró la cabeza hacia el otro lado, concretamente miró hacia el bar. No apreciaba de igual manera el regalo que le había otorgado a su amigo, un extraordinario número normal.

Tras hacerle la factura, el cobro y todo, procedí a ponerle la tarjeta en su teléfono, tras varios intentos vi que ese teléfono no funcionaba. El personaje estaba indignado:
- ¡Qué cabrón! ¡Me ha regalado un teléfono que no funciona! ¡Pues vaya!
Después de proferir todo tipo de maldiciones contra el que le dio el teléfono me preguntó si habían teléfonos para comprar, le ofrecí todos los que tenía. El hombre se lo pensó y se decidió por uno. Iba a hacerle de nuevo la factura y me dijo:

- Mira, sí que quiero ese teléfono, pero ahora voy un momento ahí al bar, vamos a reuniros un momento para consultar unas cosas, pero sí, tu ves preparándolo.
- Sí, sí, no hay problema. - le respondí.
Con que reunidos en el bar.... el hombre que nunca fue a la escuela tenía reuniones en el bar. Claro.

Los dos amigos se alejaron en dirección al bar de enfrente. Eran las 15:15 y mi turno acababa a las 15:30, todavía no había ido a comer, y me corresponde media hora para eso, ya había regalado un cuarto de hora de mi tiempo a la empresa, eso era imperdonable. Me giré a la compañera del stand y le dije:

- Si vienen dos hombres preguntando por un teléfono que querían comprar diles que me ha llamado el jefe y que estoy reunido con él. Voy a comer. Hasta luego.

1 comentario

Dyablylla22 -

Así que un número normal...
algo asli como...
666 123456
xDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD

Mira que hay gente rara por el mundo