Entrevista a una actriz cualquiera de una película cualquiera
Verónica McPerezson nos recibe con una amplia sonrisa. Está sentada en un sillón negro con las piernas cruzadas. Tras ella hay un inmenso poster de su última película Perdidos en el Calipso 3 que ocupa la mayor parte del plano.
Entrevistador: Permíteme que te diga esto antes de empezar, pero estás guapísima. ¿Qué haces para seguir tan guapa después de tantos años y mantener ese brillo en los ojos que nos tiene enamorados?
V. M.: Muchas gracias, pero los ojos me brillan porque me he emocionado al verte de nuevo (risas). Aunque, a decir verdad, me he estirado la cara tantas veces que ya no sé ni dónde tengo los ojos.
E: En esta película haces de buena. Después de verte haciendo de antagonista en tus últimas películas has cambiado radicalmente tu registro.
¿Antago qué? Lo que pasa es que sigo estando buena, el día que deje de estar buena dejaran de llamarme. Al final todos los personajes son el mismo, cambias un poco el registro, pero en el fondo en el cine español siempre he hecho de lo mismo: de puta, de yonki, de roja, de madre borracha adicta al bingo… pero este es un personaje muy diferente a todos los que interpretado en mi carrera. Cuando leí el guión enseguida supe que ese papel era para mí y, la verdad, he afrontado esta película como un reto personal.
E: Háblanos del personaje que interpretas, de Carla.
Carla somos todas las mujeres del mundo, el año pasado murió mi madre, creo que he cogido de mi madre todo lo que necesitaba para construir a Carla. Mi personaje en el fondo es que es muy puta y aunque aparentemente parezca simple no lo es. Es una chacha, sí, pero cuando está limpiando el polvo de los muebles en realidad está limpiando su alma y su conciencia. Te voy a decir una cosa, yo se lo dije al director el primer día que me envió el guión, el personaje de Carla es un hombre en realidad.
E: ¿Y cómo ha sido volver a trabajar con Andrés Boludez después de quince años?
Ha sido un reencuentro muy bonito. Andrés es un ser humano tan completo, tan atento, Andrés es mi niño. Puede sonar a cliché, pero es que Andrés y yo congeniamos muy bien. Con todo lo que es ahora Andrés y sigue siendo la misma persona que hace 15 años, mima tanto al equipo, y le da consejos a los nuevos, todo el mundo quiere tocar a Javier, y él se deja tocar, nos pasamos todo el día tocándonos.
E: Y permíteme la indiscreción, pero… ¿qué tal besa Leonardo Alighieri?
(Risas) No contestaré a la pregunta, sólo diré que Leonardo es un gran profesional y cuando rodamos la escena estamos rodeados de veinte personas y te digo yo que eso no es nada romántico, sobre todo cuando repites la escena quince veces. De todos modos, si me das a elegir entre Leonardo Alighieri y mi novio me quedo con mi novio (risitas).
E.: En esta película te vemos en varias escenas de cama muy subiditas de tono.
Sí. Soy muy reacia a hacer desnudos, pero no me importa hacerlos siempre que estén justificados. Sí, vale, salgo desnuda en catorce escenas, pero en todos esos desnudos hay un valor dramático y narrativo que son indispensables para la comprensión del mensaje que la película quiere transmitir… al menos eso es lo que me dijo el director.
(corte)
En la primera escena que rodamos, que es la de la lavandería, todos estábamos muy nerviosos, era la escena más difícil y con más carga emocional de toda la película. Pero en cuanto el director dijo “Es buena” todos supimos que estábamos haciendo un gran trabajo y a partir de entonces todo fue sobre ruedas.
(Corte)
Normalmente suelo viajar con toda mi familia, siempre que sea una superproducción me gusta tener un par de caravanas gigantes para los míos, mis perritos, mi cocinero vegetariano y suelo viajar siempre con mi gimnasio móvil. Me permito estos lujos en grandes películas, en el cine independiente es diferente, por un buen guión soy capaz quitarme una de mis caravanas gigantes. En el fondo sigo siendo la misma chica humilde que creció en un barrio pobre de Albacete.
E: ¿Qué tal trabajaste con Francis Seat Fandango? Tiene fama de ser un director muy exigente y estricto.
Francis lo tiene todo tan atado, tan pensado y tan dibujado en su cabeza que una vez sabes eso entras en su juego y encuentras tu espacio para poder moverte y dar cosas. A veces nos animaba a improvisar, pero es muy difícil improvisar cuando tienes un guión tan bueno delante.
(corte)
No, no quise que nadie doblara mis escenas de acción. Quise involucrarme con el personaje al máximo y por eso renuncié a tener a una doble. Incluso tuve problemas con el director porque podía lastimarme en la escena en la que hago el salto de la tigresa, pero al final no pasó nada y pudimos continuar con el rodaje.
(corte)
Durante los dos meses de rodaje se creó una atmósfera excelente entre todo el equipo. Todos hemos disfrutado y aprendido con este trabajo y ahora tenemos muchas expectativas puestas en esta película. Todo el mundo que la ha visto le ha encantado y se han reído mucho en las escenas cómicas. Va a ser un éxito.
(corte)
Hacía tiempo que no me lo pasaba tan bien haciendo comedia, es verdad que hacer llorar es muy fácil, te llegan 80 guiones al año que casi todos son dramones, historias muchas de ellas muy crudas. Hacer tanto drama te pasa factura porque al final del año una ha llorado tanto que el coño se me queda seco; cuando leí el guión de Perdidos en Calipso 3 no podía parar de reír, está bailando todo el tiempo en esa fina línea de lo irónico y el humor negro más mordaz, muy de la comedia clásica.
(Corte)
E: Tu nombre está sonando en las apuestas para ganar el Oscar.
Bueno, no es la primera vez que me colocan ahí, pero no pienso en eso. Es bueno saberlo porque eso significa que estás haciendo bien tu trabajo, pero no me preocupa en absoluto, no le doy importancia a esos premios que muchas veces son inmerecidos, además, para qué voy a querer yo una de esas estatuillas tan bonitas, forradas en oro y que me quedaría genial encima de la chimenea de mi mansión junto con los seis Goyas… no, no me importan esos premios. El verdadero Oscar es seguir trabajando y poder estar viva creativamente.
E: ¿Es cierto que hubo problemas durante el rodaje entre Natalia McArpia y tú?
Son los típicos rumores de rodaje para vender mierda en según qué tipo de prensa. Yo quiero mucho a Nati. Ella está ahora en lo más alto de su carrera y allí la quieren mucho. Nati es tan buena persona, tan atenta, tan humilde con todo el mundo, se corta un brazo y una pierna por ti si se lo pides, en el fondo ella sigue siendo esa chica humilde que se crío en un barrio humilde de Madrid. Para mí es una de las mejores actrices que hay en este país.
E: Me ha dicho un pajarito que te pregunte por Valeriano.
¿¿¿Quién te lo ha contado??? (risas)
E: Explica a la gente quién era Valeriano.
(Risas) Valeriano era un muñeco hinchable que utilizamos en una escena y cuando acabó lo dejamos en la puerta de la caravana de vestuario y ya pasó a formar parte del equipo. Siempre estábamos Valeriano tal, Valeriano pascual, unas risas. De hecho, en la fiesta de final de rodaje nos lo llevamos, pero ya no he vuelto a saber de él, se ve que la lio parda (risas).
E: Bueno, Verónica McPerezson, ha sido un placer hablar contigo, como siempre.
Lo mismo digo, es un placer estar aquí atendiendo a la prensa durante ocho horas seguidas, todavía me faltan 20 entrevistas más y aún no he comido y ya tengo un hambre que me muero.
Manda un saludo a todos los lectores del blog.
Hola, soy Verónica McPerezson. Un saludo a todos los lectores de En Tierra Firme. Espero que vayáis a ver mi nueva película Perdidos en el Calipso 3. Besos.
Pd: Entrevista realizada con la impagable colaboración de Martín y Toni Nievas.